31 de julio 2019

Un verano de cine

Con la llegada del calor, los cines de verano y las videotecas son una opción apetecible para poder disfrutar del tiempo libre que acompaña a estos meses estivales. Por eso, Juan Carlos García Domene, director del Instituto Teológico San Fulgencio y colaborador habitual de la revista diocesana Nuestra Iglesia y El Espejo Diocesano de Cope, nos propone distintas opciones de cine con valores, para todos los gustos y edades.

“La película del verano es Toy Story 4”, afirma García Domene. Este largometraje de Pixar, dirigido por Josh Cooley, encabeza sus recomendaciones para este verano. En el filme, Woody, Buzz Lightyear y sus clásicos amigos conocerán a Forky, el nuevo y peculiar juguete de Bonnie, quien desencadenará una aventura que nuestros protagonistas tendrán que resolver apoyándose en la amistad, la comprensión, la autoestima y la fidelidad. “Toy Story 4 es una opción estupenda para volver a ver las tres entregas anteriores y comentarlas en familia. No se trata sólo de una película para niños, ya que, esta historia, admite muchas lecturas centradas en el descarte que van desde el adolescente que pierde a sus amigos y debe hacer nuevos, hasta el adulto que siente la frustración de ser rechazado”.

Entre los clásicos que regresan a la gran pantalla, encontramos los llamados live action, en los que, actores de carne y hueso, encarnan a conocidos personajes de Disney como El rey león, Dumbo o Aladdin. Largometrajes de animación que cobran vida real para acercarse a las nuevas generaciones y como deleite para los que crecieron con ellos. Historias para todos los públicos que recuerdan valores como la tenacidad, la integración, la auto-superación y el crecimiento personal. En esta línea, también encontramos secuelas como El regreso de Mary Poppins (Rob Marshall). Esta entrega musical muestra a la peculiar niñera recordando la importancia de mantener viva la esperanza, cuidar de la familia y potenciar la creatividad. “Una opción que nos puede servir de aliciente para volver a ver clásicos como la original de Robert Stevenson o El mago de Oz de Victor Fleming”.

Muchas veces la literatura hace referencia al cine, sin embargo, en esta ocasión, García Domene nos propone tres películas que hacen justo lo contrario, visibilizar, desde la gran pantalla, el valor de la literatura. La más reciente es La biblioteca de los libros rechazados (Rémi Bezançon). Una adaptación al cine del libro homónimo de David Foenkinos, que muestra una fantasía literaria que reconoce el poder de las narraciones escritas para fabricar sueños. Dentro de este género, también destacan dos títulos más antiguos, pero relativamente cercanos, La librería (Isabel Coixet) y La ladrona de libros (Brian Percival) cuyas historias también giran en torno a la literatura y sus universos ficticios.

Otro género muy popular dentro de la cartelera de este año es el de las películas basadas en la historia de grandes grupos musicales. Dentro de esta categoría, encontramos el estreno de Yesterday de Danny Boyle, que redescubre las canciones de los aclamados Beatles, presentándolas como si las escuchásemos por primera vez, y nos muestra la belleza de sus letras a través de una historia original que nos sitúa en una realidad paralela donde su música nunca hubiera existido. Un filme con el “universo Beatle” como protagonista que nos lleva a otras dos propuestas con la misma temática: Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba) y Help (Richard Lester).

Por otra parte, dentro del cine social, Juan Carlos García Domene nos hace dos propuestas que visibilizan situaciones muy diferentes pero complicadas. Por una parte, el documental Faraway land (Daniel A. Azpe y Josepmaria Anglès) que relata, a través de distintos testimonios, la vida de los refugiados sirios y afganos que viven en Grecia y la difícil realidad a la que se enfrentan en su huida de la violencia. Por otra parte, la película Yo, Daniel Blake (Ken Loach), ganadora de una Palma de Oro en el Festival de Cannes en 2016. Un drama social que cuenta la historia de un carpintero forzado a dejar su trabajo y pedir las prestaciones al Estado que conoce a una madre soltera obligada, por sus circunstancias, a recurrir también a este tipo de subsidio.

Las últimas recomendaciones para este verano son dos películas premiadas, entre otros galardones, con un óscar: Greenbook (Peter Farrelly) y Roma (Alfonso Cuarón).

La primera, cuenta la historia basada en la vida real de Tony Vallelonga, un chófer italoamericano racista del Bronx que entablará una amistad surgida, de forma natural, a través del trato frecuente con un elitista pianista negro. Una trama que, a medida que se desenvuelve, irá desmontando prejuicios y acabará por redescubrir la importancia de mirar más allá de la apariencia.

Finalmente, Roma (Alfonso Cuarón). Una película íntima del director de Hijos de los hombres que se aleja del cine comercial y se nutre de sus experiencias de infancia a través de la historia de su niñera. Un filme diferente que, sin buscarlo, muestra un contexto que denuncia las sociedades de clases, el racismo y la intolerancia. “Un canto a todo lo que nos aporta la inmigración”, asegura García Domene. Y, por ello, el colofón perfecto para un verano de cine.