5 de septiembre 2018

Misioneras de la Caridad en la Diócesis de Cartagena

Las Misioneras de la Caridad llegan a Murcia de la mano del sacerdote diocesano Francisco Tomás, quien animó a Madre Teresa para fundar fuera de la India en los años 60, en Cocorote (Venezuela).

«Ellos (los pobres) son el signo de la presencia de Dios entre nosotros, ya que en cada uno de ellos es Cristo quien se hace presente», Santa Madre Teresa de Calcuta.

“Es una historia un poco personal”. Algo íntimo. Así lo siente Francisco Tomás. Él es sacerdote de la Diócesis de Cartagena y su vida está unida a la historia de las Misioneras de la Caridad desde hace más de 50 años. La Providencia hizo que sus caminos se unieran en Cocorote, una provincia de Venezuela en la que él estuvo destinado como sacerdote misionero en los años posteriores a su ordenación, en los años 60. Hasta allí llegaron las misioneras. Fue su primera fundación tras Calcuta.

“Mi obispo de Venezuela – recuerda Francisco Tomás - tenía una gran inquietud por buscar sacerdotes, porque no había vocaciones. Fuimos sacerdotes de distintos países”. De Murcia eran tres, y él estaba dedicado a la zona de los campos. Tenía a su cargo más de 20 pueblos. “Cuando fue al Concilio Vaticano II, en una de las sesiones, estando en Roma, llegó tarde a comer y también llegó tarde otro obispo, y los pusieron a los dos juntos en la misma mesa. Una vez más aprovechó para pedir sacerdotes. El otro, que era de la India, le dijo: ‘no tengo sacerdotes para mandarte, pero sí tengo unas religiosas. Ellas pueden ayudar’. Y él con tal de tener ayuda dijo que sí”, relata Francisco Tomás.

Al tiempo, llegó hasta Venezuela una monja de la India. El sacerdote murciano la acogió y durante dos o tres días recorrieron todos los pueblos de los que él se encargaba. Ella era Madre Teresa de Calcuta.

“Al ver cómo vivía la gente allí, Madre Teresa dijo que sí, que todo eso entraba dentro de su vocación de caridad, de su carisma, y que mandaría a sus hermanas a fundar allí”, cuenta Francisco Tomás, que añade: “Yo les ofrecí la casa que tenía en Cocorote, porque yo era el párroco de allí, pero yo no vivía en ella tan sólo la usaba de despacho parroquial porque vivía formando equipo con otros sacerdotes a 8 kilómetros”. Y así fue, las Misioneras de la Caridad fundaron por primera vez casa fuera de Calcuta en Venezuela, ayudadas por este sacerdote murciano.

Las misioneras en Murcia

Desde ese momento la vinculación entre Francisco Tomás y las misioneras ha sido muy estrecha. Durante todos estos años en varias ocasiones ha ido a visitarlas y ha mantenido el contacto, no sólo con Madre Teresa en su momento, sino también con otras religiosas, entre las que se encuentra una de las religiosas que llegó hasta Cocorote, sister Nírmala, quien más tarde sería la sucesora de Madre Teresa, como superiora general.

“Una de las veces, cuando terminé una misa – recuerda el sacerdote -, se acercó Nírmala a la sacristía y me dijo: padre Tomás ayer tuvimos reunión en la congregación y acordamos abrir tres casas nuevas, una de ellas en Murcia”.

Francisco Tomás ya llevaba 30 años residiendo en Murcia. Era entonces Obispo de Cartagena Mons. Manuel Ureña, quien le invitó a que siguiera adelante con la fundación de las misioneras en la capital.

Poco después, rondaba el año 2001, cuando llegaron las misioneras. “Las recibí en la estación de autobuses. Les había preparado una casa para ellas, cedida por el Obispado en el límite entre Vistabella y el Polígono de la Paz.  Y allí estuvieron dos o tres años”, explica con emoción el presbítero.

Tras este tiempo, se comenzó la construcción de una nueva casa, la actual, en la que pudieran realizar su apostolado. Pues, como decía Santa Madre Teresa, “si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”.

Apostolado y oración

La principal misión de apostolado que las Misioneras de la Caridad realizan en Murcia es la acogida a mujeres con problemas. Violencia de género, abandono o riesgo de aborto son algunas de las situaciones que llevan a estas mujeres a acudir a la casa de apostolado que las sisters tienen en la calle Orilla de la Vía, número 15, de Murcia.

Cuentan con casas por toda la geografía española. Casas en las que prestan otros servicios como pueden ser comedores, asistencia a enfermos, ancianos, personas con sida u otras situaciones sociales. El de Murcia fue, sin embargo, el primer hogar de acogida a mujeres en España. Aquí están durante una temporada que se alarga hasta que estabilizan su situación, encuentran un trabajo y pueden iniciar una vida por sí mismas.

Además de esto, las misioneras diariamente visitan hogares, van a las casas de los pobres para ayudarlos y cuidarlos. A ellos los proveen de alimentos y ropa. Asistencia y entrega como la que realizan con los niños más desfavorecidos que todos los sábados acuden hasta la casa de las religiosas para pasar la mañana, hacer distintas actividades y recibir un refuerzo escolar. Con ellos, en verano, realizan un campamento urbano, con excursiones, durante tres semanas. 

Carisma

Ayudar a los más pobres de los pobres. Ese es el carisma de estas religiosas que, instituido por Santa Madre Teresa de Calcuta, realizan un cuarto voto que se suman a los tres votos habituales de los religiosos (pobreza, obediencia y castidad). Ese voto es la atención y la entrega a los pobres de los pobres; y eso es lo que hacen, no sólo en la India, sino en todo el mundo donde están presentes.

A lo largo del día ellas dedican varias horas a la visita de los pobres, al estudio y a la oración. La santa y fundadora de las Misioneras de la Caridad invitaba a las religiosas a hacer hincapié en la oración para llenarse de Jesucristo y así poder ver su rostro en los pobres. Es por eso que cada día para ellas comienza antes de las cinco de la mañana para realizar oración durante un par de horas.

Decía Madre Teresa: “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz”.

Santa Madre Teresa de Calcuta

“De sangre soy albanesa. De ciudadanía, India. En lo referente a la fe, soy una monja católica. Por mi vocación, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al Corazón de Jesús”. Así se definía a sí misma Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad.

Agnes Gonxha Bojaxhiu, que así es su nombre de pila, nació en 1910 en Skopje, entonces Albania y actualmente Macedonia. A los 18 años se hizo religiosa y tomó de nombre Teresa por la patrona de los misioneros, Teresa de Lisieux. Fue religiosa de las Hermanas de Loreto, en Irlanda, y poco después fue a Calcuta donde estuvo como maestra. En 1948, tras un largo discernimiento, decidió dedicar su vida a los enfermos y los pobres de la ciudad de Calcuta. Fue entonces cuando fundó la congregación. Quería ayudar a los marginados de la sociedad, a los enfermos y a los pobres. El 5 de septiembre de 1997 fallecía en la India.

La Madre Teresa fue beatificada en 2003 por el Papa Juan Pablo II y el 4 de septiembre de 2016 la canonizó el Papa Francisco.

 

 

Volver a noticias

Suscríbete a nuestra lista y recibe semanalmente la publicación diocesana Nuestra Iglesia en tu correo electrónico.

Suscríbete

Información básica sobre protección de datos

Responsable del tratamiento

Obispado de Cartagena

Finalidad y legitimación

El tratamiento se realiza para la gestión de su solicitud y/o consulta a través de este sitio web. La base legitimadora es su consentimiento al rellenar y enviar el formulario y marcar la casilla de aceptación de la política de privacidad

Destinatario de cesiones

No se cederán datos a terceros, salvo que las excepciones legalmente previstas.

Destinatario de transferencia internacional

No se realizan transferencias internacionales.

Derechos de los interesados

A retirar su consentimiento en cualquier momento a oponerse al tratamiento, a acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional

Información adiccional

Puede consultar aquí todos los detalles

Noticias relacionadas