24 de diciembre 2022

¡Feliz Navidad!

Os deseo en esta noche de Navidad, que tengáis un día de paz. Que si es noche de paz es Nochebuena, porque hay amor.

En la gruta de Belén nació el Salvador del mundo y hoy se cumplen las Escrituras, podemos fiarnos de su palabra y de las promesas que nos ha hecho el Señor, de todas ellas, porque Dios las ha cumplido de nuevo.

Los ángeles cantarán este año, de nuevo, el Gloria, y la estrella ya enseña el camino. Él viene, está aquí, y nos asegura su fuerza y su salvación. Se ha hecho uno de nosotros y nos pide un corazón limpio, como el de José y María. Son nuestros modelos de fe. José y María nos han enseñado a obedecer a Dios, a hacer la voluntad de Dios, sin ninguna dificultad, entregándose totalmente, sabiendo escuchar la Palabra de Dios.

Que Dios nos bendiga a todos, especialmente a los laicos, consagrados y sacerdotes, a nuestra Iglesia de Cartagena, a todos los que participamos de la vocación sinodal, porque nos sabemos llamados a la comunión, a la participación y a la misión.

En breve iniciaremos un nuevo año, un año para el anuncio de la Palabra, para el primer anuncio. Y todos nos estamos preparando, todos estamos abocados a esta misión, a esta tarea que la Iglesia nos pide.

Deseo de todo corazón que Dios os bendiga, que el Niño Dios cale en lo más hondo de vuestro ser y que os conceda el regalo de la paz y de la ternura para seguir haciendo todo el bien que podáis. A todos los necesitados, a la gente que está cerca de nosotros y que lo está pasando mal.

Que el Niño Dios os bendiga, os conceda a la paz y os mantenga unidos, como hermanos, como una familia. Lo deseo de corazón.

¡Feliz Navidad!