Reflexiones semanales
21 de mayo 2023

Ascensión del Señor

VII domingo de Pascua

En este día solemne de la Ascensión del Señor a los cielos termina el camino y el ministerio terrestre de Jesús, el Señor lo comenzó a caminar en Galilea hasta llegar a Jerusalén y de Jerusalén al cielo (Lc 24, 50-51; Ac, 1, 4-11). Esta experiencia tan grande del alegre encuentro con el Resucitado nos ha hecho a los discípulos verdaderos testigos de su victoria sobre la muerte y nos ha dado la responsabilidad de contarlo, de comunicar todo lo que hemos visto y oído con la responsabilidad de los heraldos y mensajeros de buenas noticias. Ahora nos toca a nosotros esta misión de enseñar al mundo la novedad del mensaje de salvación del Señor.

Nos preparamos con especial dedicación para recordar las palabras de despedida de Nuestro Señor: «Yo estoy con vosotros todos los días». Sí, Jesús asciende a lo más alto de los cielos y nos ha ofrecido la visión positiva de la vida, el aprecio a los valores auténticos y nos ha dado el coraje con la fuerza de su espíritu para estar prontos, atentos y alerta para dar razón de nuestra esperanza al que nos la pidiere. No nos ha dejado solos, Él permanece con nosotros. Las advertencias clave para este tiempo son claras y aparecen en la primera predicación de los Apóstoles: la importancia de fiarse de Dios, de mantenernos firmes en la fe siempre, y la importancia de creer, aunque no veas pruebas; de confiar, aunque no puedas ver y tocar, ya que el programa cristiano es «un corazón que ve», como decía el Papa Benedicto XVI.

La Iglesia nos recuerda cada año nuestra obligación de testigos y la necesidad de renovar el compromiso evangelizador con la Jornada de las Comunicaciones Sociales, que celebramos este domingo y el Santo Padre nos escribe con este motivo un mensaje. Este año lo hace para todos los comunicadores con este título: Hablar con el corazón en la «verdad y en el amor». El Santo Padre nos dice que la comunicación es fruto del amor: nos comunicamos con los que amamos y en la medida en que los amamos. Jesús nos ha enseñado este modo de proceder, porque nos habla al corazón, propone y no impone, comunica porque ama; lo comunica todo porque ama hasta el extremo (Jn 13,1), pero la comunicación debe ser hecha con el «corazón y con los brazos abiertos», dice el Papa, diciendo la verdad con caridad y amabilidad, porque de esta manera llegas mejor a los demás, ya que «las palabras dulces» multiplican los amigos y un lenguaje amable favorece las buenas relaciones.

En nuestra vida nunca estamos solos, porque Jesús nos ha asegurado al Paráclito, el que nos espera siempre y nos defiende. Los discípulos tenían esa seguridad, y guardaban en su memoria lo que les dijo para que no se atemorizaran: «Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo». Así que, no debemos temer, que lo que va a suceder a partir de ahora será obra de Dios, no nuestra y veremos cómo nos sorprenderán las maravillas que hará Dios a través de cada uno de los que se tomen en serio la labor de evangelizar. Con el estilo que nos señala el Papa Francisco tenemos que seguir anunciando el amor de Dios, con la palabra y con el testimonio, sin descanso. La Iglesia nos recuerda hoy que estamos en un tiempo de compromiso, de anuncio, de misión, por eso nos invita a celebrar la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Feliz domingo.

Volver a reflexiones
Últimas reflexiones semanales
  • Las dos parábolas

    XII martes del Tiempo Ordinario18 junio, 2024

    La predicación de Jesús en el evangelio de Marcos empieza con el anuncio de la presencia del reino (1,15): «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios»...

    +
  • Necesitamos escuchar a Dios

    X viernes del Tiempo Ordinario7 junio, 2024

    Las lecturas de la Palabra de Dios de esta semana nos proponen una serie de temas de mucha fuerza, a los que tenemos que prestar atención, porque nos llevan a...

    +
  • Solemnidad del Corpus Christi

    IX viernes del Tiempo Ordinario31 mayo, 2024

    Comencemos a deshojar los más bellos pétalos de los claveles y rosas para el Amor de nuestros amores, esencial ejercicio para primorosas manos enamoradas, a las que invito a elevar...

    +
  • Un solo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo

    VIII viernes del Tiempo Ordinario24 mayo, 2024

    En este domingo, que sigue a Pentecostés, celebramos la Santísima Trinidad. Por la Sagrada Escritura, los creyentes podemos llegar a conocer la intimidad de Dios mismo, descubriendo que él no...

    +