La esperanza en tiempo de Pascua se hizo presente junto a los reclusos de Campos del Río

Durante la Semana Santa, en el Centro Penitenciario Murcia II en Campos del Río se realizaron diferentes actos para rememorar la pasión de Cristo. Con el lema Peregrinos de la esperanza se invitó a los usuarios del centro a participar en talleres y celebraciones. En este Año Jubilar esta fue una oportunidad para llevar esperanza allí donde «falta ilusión, alegría, entusiasmo, apoyo, escucha, acogida y dedicación» a las personas que permanecen en este lugar, comentaba sor María de Cortes Astasio Lara, hija de la Caridad de San Vicente de Paúl y coordinadora nacional del Área Social de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española. «Nuestro objetivo en los días de Pascua junto a ellos era ser portadores de semillas de esperanza».

Tres días en los que los voluntarios y los reclusos pudieron sentir que «la fraternidad estaba en cada rincón del centro», emprendiendo la Pascua hacia la resurrección del Señor. «Es impresionante detenerte en sus miradas silenciosas, ver que los rostros se relajan y que la esperanza se hace presente». Acompañados por el funcionario del aula, «cada grupo se dirigió al encuentro con los hermanos privados de libertad con entusiasmo», recuerda Astasio. Con la liturgia, los cantos y el silencio se llenaron los momentos en los que «poder compartir desde dentro y generar un espacio de libertad». A través de dinámicas sencillas los participantes pudieron crear vínculos de comunicación, expresar sus sentimientos y encontrarse con el otro: «El calor de la acogida se sentía; no había buenos ni malos, libres ni presos, todos con la misma dignidad».

Cristina Celdrán
Licenciada en Comunicación Audiovisual. Responsable de edición de videos.

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