19 de febrero 2024

«Vuestra fe en el Señor os convierte en superhéroes»

Ayer tuvo lugar la convivencia diocesana de la Hospitalidad de Lourdes, que finalizó en la Catedral con la celebración de la Eucaristía y la tradicional procesión de antorchas.

«La Hospitalidad de Lourdes es una de las realidades más hermosas de la Diócesis», así se dirigía ayer el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, a los hospitalarios en la celebración de la Eucaristía con la que concluía la jornada de convivencia anual que cada año celebra la Hospitalidad el domingo posterior a la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.

Llegados desde diferentes puntos de la geografía murciana, enfermos y voluntarios compartían ayer una jornada de encuentro que comenzaba a las 10:00 horas en el colegio Maristas de la Fuensanta de Murcia. Durante la mañana hubo tiempo para la oración y una catequesis a cargo del consiliario de la Hospitalidad, Luis Emilio Pascual; también se ofreció información sobre la próxima Peregrinación Diocesana a Lourdes, que tendrá lugar del 22 al 25 de junio.

Tras la comida, los hospitalarios se trasladaron a la Catedral donde tuvo lugar la celebración de la Eucaristía, presidida por el obispo de Cartagena, y la tradicional procesión de antorchas. El prelado agradeció la labor que realizan los voluntarios al servicio de los enfermos y les animó a vivir la fe desde el carisma de este movimiento, «caminando tras las huellas de Jesús, de la mano de María».

Una vez más, Mons. Lorca señaló ante esta realidad de la Iglesia que la enfermedad no es sinónimo de debilidad, porque no importan las propias fuerzas sino la fe: «En medio de la enfermedad se puede ser una persona santa, con dulzura de carácter. Con el Señor lo tenemos todo. Los que estáis enfermos no sois los más débiles, porque vuestra fe en el Señor os convierte en superhéroes».

Unas 600 personas participaron en la jornada de convivencia de ayer –según explica el presidente de los hospitalarios, Alfonso Martínez– mostrando que la Hospitalidad es un reflejo de la Iglesia diocesana: «Hombres y mujeres de todas las edades, desde niños a ancianos, se ponen al servicio de nuestros hermanos enfermos; en fraternidad, en comunión, con la alegría que caracteriza a nuestra Hospitalidad».

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