En este 2025 se cumplen 40 años de un tema legendario para toda una generación, porque consiguió unir a 45 de los mejores artistas musicales del mundo para interpretar lo que se convertiría en el himno contra el hambre en África. We are the world, de Michael Jackson y Lionel Richie, nos emocionó y consiguió hacernos sentir que juntos podríamos hacer un mañana mejor. Tres años más tarde, en España, Todos contra el fuego centraba la atención en la corresponsabilidad con lo creado. «Tú lo puedes evitar», nos recordaba la canción interpretada por los rostros más populares del momento.
Cuatro décadas después, el hambre, los incendios, las guerras… seguimos cometiendo los mismos errores, seguimos sujetos a las mismas debilidades, seguimos responsabilizando a nuestros gobernantes de que no se ocupan verdaderamente de lo que urge a la dignidad humana, sino que pasan sus días echándose en cara los pecados del otro. Mientras, miles y miles de hombres y mujeres, de todas las edades, mueren víctimas en diferentes conflictos en el mundo, los que nos son muy conocidos y otros de los que no se habla porque no interesa.
La paz se construye tan solo desde el amor y puede hacerse desde lo pequeño, sí, desde lo que cada uno somos, desde nuestra responsabilidad. «Traer esa paz, esa alegría, esa fortaleza de la presencia de cada uno de nosotros en el hogar. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo». Así reivindicaba en 1979, al recoger el Premio Nobel de la Paz, la Madre Teresa de Calcuta, la responsabilidad que cada uno tenemos para generar ese cambio con el que podamos construir un mañana mejor. Porque yo, sí soy el guardián de mi hermano.