En verdadera corresponsabilidad

Raffaella Petrini, Simona Brambilla o Mariann Budde son tres mujeres que en este primer mes del año han llenado titulares en los medios de comunicación. Sin duda, la mayor repercusión la ha conseguido la obispa anglicana de Washington que la semana pasada le pedía a Donald Trump «clemencia» hacia las minorías que estarán sujetas a las nuevas políticas que anunció el presidente norteamericano en su toma de posesión.  

«Las mujeres tienen capacidad para captar la realidad con una mirada creativa y un corazón tierno», decía el Papa Francisco en 2023. Ternura y creatividad que no están reñidas con el buen gobierno, así lo cree el Santo Padre que sigue contando con mujeres para que le ayuden en las labores de gobernanza de la Iglesia. 

Raffaella Petrini es una religiosa franciscana italiana de 56 años, licenciada en Ciencias Políticas, que en marzo asumirá la presidencia de la Gobernación de la Ciudad del Vaticano, convirtiéndose así en una de las personas más importantes del organigrama del estado pontificio. Petrini es también miembro de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica y del Dicasterio para los Obispos. Y Simona Brambilla es la primera prefecta del Vaticano. Misionera de la Consolata, cumplirá 60 años el 27 de marzo. Fue nombrada el pasado 6 de enero por el Papa Francisco prefecta del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.  

Que la mujer sea corresponsable de verdad en la Iglesia no tiene que pasar obligatoriamente por el sacerdocio femenino (que es otro tema), pero sí se nos debe de tener en cuenta para que, en igualdad de condiciones, podamos aportar lo que también se nos entregó a «imagen y semejanza».  

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