Avemarías

Me encantan las discusiones que acaban en risas. No siempre sucede así, hay que tener mucho cuidado a la hora de discutir, no vaya a ser que se suba el tono y lo que había empezado siendo una conversación de sobremesa o una charla de amigos acabe como el Rosario de la aurora; por cierto, bonita expresión, cuando se emplea con ironía.

No hace mucho me entretuve en buscar su significado, pues la he escuchado muchas veces y no sabía muy bien porqué se emplea. Tiene un sentido curioso y lógico si tenemos en cuenta que esa oración mariana se hacía, y aún hoy se hace, de madrugada o al amanecer. Se suele acompañar de la música de las campanas de auroros, benditas cuadrillas que siguen vivas en nuestra Región de Murcia.

Claro, pues nos podemos imaginar el ánimo del vecino que no espera que en la madrugada se escuche debajo de su ventana un triángulo o unos cascabeles sonando al soniquete de avemarías. Todo apunta a que, en algún lugar, que no se conoce, estas procesiones nocturnas acabarían a farolazos limpios motivados por el mal despertar de algún buen hombre que quizás necesitara más de un Rosario pero no lo sabía.

Así que, aprovechemos este mes de octubre, mes en el que celebramos a nuestra Santísima Madre en su advocación del Rosario, para rezar avemarías pidiendo por las personas que discuten sin reírse, por las batallas que no tienen fin, y no olvidemos, que dos no se pelean si uno no quiere.

Otros artículos

Avemarías

Maletas

Solo una