1 de junio 2023

La capilla de Adoración Perpetua de Alguazas cumple cuatro años

En la tarde de ayer, la capilla de Adoración Eucarística Perpetua de Alguazas celebraba el cuarto aniversario de su apertura. Lo hacía con la Eucaristía de acción de gracias que tuvo lugar en la Parroquia San Onofre de esa misma localidad, a la que asistieron gran parte de los adoradores comprometidos con la capilla, además de aquellos que, sin estar inscritos, acuden a visitar al Santísimo Sacramento.

La celebración estuvo presidida por el párroco, Julio Romero. El sacerdote destacó que es una «gracia» que el pueblo de Alguazas, que no llega a los 10.000 habitantes, cuente con una capilla de Adoración Perpetua. Una capilla que está abierta las 24 horas y que sigue adelante pese a contar con muchos menos adoradores que otras capillas de España. «Para abrir una capilla de Adoración Perpetua son necesarias 300 personas voluntarias y nosotros abrimos con ese número, pero actualmente somos 160: hay adoradores que repiten turnos, o que hacen la madrugada completa, de las 00:00 a las 6:00 horas… tenemos buenos “guerreros”», explica Rebeca Macedo, coordinadora del turno de madrugada.

El párroco, por último, invitó a los adoradores a que no dejaran solo al Señor y que siguieran comprometiéndose, porque «Cristo es quien lleva esta barca».

Adoración al Señor 24/7

La Diócesis de Cartagena cuenta actualmente con dos capillas de Adoración Perpetua: la capilla del Apóstol Santiago, en Murcia, y la ubicada en Alguazas, en la ermita de la Purísima. En estas capillas, el Santísimo Sacramento permanece expuesto todos los días, en horario ininterrumpido, acompañado por los adoradores que se «van relevando unos a otros en la oración y en el cuidado de la capilla y de Jesús Eucaristía».

Así lo explicaba María Martha Leavy, coordinadora de la capilla de Alguazas, cuando comenzó la Adoración Perpetua, hace ahora cuatro años: «Cuando uno pasa la puerta de la capilla, encuentra una paz que no se puede encontrar en ningún otro lado. Todos tenemos cruces, pero sin Dios son más pesadas; lo que haces aquí es curarte y poder llevar una vida más santa».