«Rezar todos los días es mi hobby»

María Ruzafa se encarga de la gestión del cementerio parroquial de San Nicolás de Bari de Avilés (Lorca). Un servicio que ha prestado durante una década y del que entrega el relevo este año.

P.: ¿En qué consiste exactamente el servicio que realizas? ¿Qué tareas desempeñas?

R.: Consiste en la gestión del cementerio parroquial: el mantenimiento, la limpieza; hacer los recibos y cobrarlos, gestionar la venta de solares…

P.: ¿Cómo has vivido estos diez años de servicio?

R.: Lo mejor que he podido. Yo lo he hecho de corazón. Ha habido momentos buenos y malos. Uno de los buenos es cuando empecé y se quedó todo limpio: se arreglaron las puertas, las capillas… yo eso lo he hecho con todo el gusto del mundo y mi marido, que me ha ayudado, también.

P.: Esta labor quizá es más visible el día de Todos los Santos, cuando todos acuden al cementerio y desean que todo esté limpio y cuidado.

R.: Cuando ha llegado el día de los Santos yo lo he limpiado, pero también cada 15 días, yo sola. Y porque yo he querido; nadie me ha dicho que lo limpie, pero yo lo he hecho. Y también lo hemos ido arreglando según hemos visto: si mi marido ha visto que hay hierba, ha ido y la ha sulfatado, y la ha quitado con cuchillo, porque hay unas matas que no se pueden quitar con azada, tiene que ser con cuchillo. Y eso lo hemos quitado mi marido y yo.

P.: ¿Es importante que los laicos se impliquen en estas tareas, que asistan las necesidades de las parroquias?

R.: Por supuesto que sí. Yo he hecho esto pero porque simplemente me ha nacido hacerlo. Todo es por el bien de la parroquia.

P.: Este año dejas el testigo a otros, ¿qué sucederá ahora?

R.: Estoy diez años metida en esto, tengo ya 75 años y ya no puedo continuar; entonces va a tomar el relevo una nueva junta que se encargará del mantenimiento del cementerio.

P.: ¿Cómo vives tu fe en el pueblo, en el día a día?

R.: Como me han enseñado. Mi madre me enseñó a rezar y a que fuera buena persona y que no me metiera con nadie. Hago lo que sale de mi corazón. La Misa no me la dejo y rezo todos los días y todas las noches, porque ese es mi hobby. Hay una oración que todavía recuerdo, desde que hice la Primera Comunión, que dice: «Tú ya sabes, Jesús mío; tú ya sabes lo que queremos: la Virgen de los Dolores, patrona de nuestro pueblo, Madre tuya y Madre mía, Virgen que yo tanto quiero; y si es Madre de los dos, tú y yo hermanitos seremos, y te diremos mil cosas y te contaré secretos, pues mi corazón, Jesús, te será siempre sincero». La digo todos los años, en la fiesta de la Purísima.

Carmen García
Graduada en Periodismo. Redactora. Responsable de edición y diseño de la revista Nuestra Iglesia.

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