«Los que me conocéis sabéis que esto es un milagro de Dios»

Enrique Belda García es el quinto sacerdote ordenado en este mes de julio.

En el mismo día en el que cumplía los 28 años, Enrique Belda García nacía al sacerdocio. «Quiero ser misionero de su misericordia» decía en el testimonio que compartíamos la semana pasada, palabras que el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, recuperaría en la homilía de su ordenación sacerdotal.

A las 11:00 horas del pasado sábado, la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Los Pulpites (Las Torres de Cotillas) acogía la ordenación sacerdotal de uno de sus hijos. El intenso calor no impidió que sacerdotes, familiares y amigos participaran en la celebración para acompañar al ordenando.

«Es evidente que nuestra alegría tiene una razón poderosa, ya que has manifestado que estás decidido a ir modelándote en la perfección espiritual, de la cual dependerá, sobre todo, la eficacia del ministerio que vas a comenzar hoy. Felicidades, Enrique», le decía el obispo al ordenando al iniciar su homilía en la que recuperó palabras de san Juan de Ávila, patrón del clero secular español, hablando de la dignidad del sacerdocio, pero no entendida como «privilegio de clase, porque reflejaría una teología equivocada, la del “sacerdote-señor”, porque es todo lo contrario, el sacerdocio es un reclamo para la santidad de vida en la entrega a la misión encomendada».

El prelado le habló de lo que implica la consagración a Dios; la paternidad sacerdotal; la importancia de la escucha y del diálogo, y de conocer a los fieles, como el Buen Pastor conoce a sus ovejas. «Mucho ánimo, Enrique, sigue adelante con sencillez y alegría, dejándote modelar por la gracia de Dios, aprovechando todas las oportunidades que Dios te irá regalando».

Después de la homilía tuvo lugar el rito de la Ordenación Sacerdotal, tras el cual Enrique se incorporó al presbiterio como sacerdote para participar en la celebración eucarística como concelebrante principal.

Antes de finalizar la celebración Enrique dio gracias a Dios por el sacerdocio recibido: «Los que me conocéis sabéis que esto es un milagro de Dios». Agradeció también al obispo su cercanía: «Gracias por acogerme en su Iglesia, en su seminario y por ser instrumento de Dios para hoy yo poder ser sacerdote». Tuvo palabras de cariño hacia el rector del seminario: «Me has acompañado desde el seminario menor, me conoces muy bien; gracias porque siempre has estado ahí, lo has hecho como madre, como Iglesia para acogerme, cuidarme, educarme. Gracias a la Iglesia hoy soy lo que soy». El neopresbítero tuvo también palabras de agradecimiento para sus compañeros de curso, para sus padres, hermanos, padrinos y amigos.

Enrique Belda se incorpora al presbiterio diocesano iniciando su ministerio sacerdotal como vicario parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Alcantarilla.

Homilía del obispo de Cartagena

Galería de imágenes (fotografías de Nef Fotógrafos – Pilar Martínez Muñoz)

María de León
Delegada episcopal de Medios de Comunicación Social. Licenciada en Periodismo y grado en Bachiller en Teología.

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