El Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) vivió el pasado sábado en Lorca una jornada de convivencia, su Ultreya a la que estaban convocados todos los cursillistas y miembros de la escuela.
Tras visitar el Museo del Paso Azul, tuvo lugar la Ultreya diocesana en la parroquia de San Mateo. Ultreya es una antigua palabra que usaban los peregrinos de Compostela para saludarse y darse ánimos cuando se encontraban por el camino, que significa: “adelante” o “sigue más allá”. Los cursillistas utilizan esta palabra para designar el encuentro que tiene lugar después de un Cursillo, un momento para compartir la fe y seguir caminando en comunidad. El presidente diocesano de MCC, Miguel López Abad, invitó a los presentes (un centenar) a vivir el Adviento con espíritu mariano.
Tras la Ultreya tuvo lugar la celebración de la Eucaristía presidida por el Vicario de Lorca y párroco de San Mateo, Francisco Fructuoso; acompañado por el viceconsiliario de MCC, Francisco Azorín. La jornada finalizó con una comida de fraternidad.
