«El ratito que estoy en la capilla con el Señor es para mí el más feliz»

Carolina Cerezo Díez es una de las adoradoras que, en la capilla de Adoración Perpetua de Murcia, se relevan a lo largo de la semana para que el Santísimo esté siempre acompañado.

P.: ¿Por qué te animaste a ser adoradora en la capilla?

R.: Yo venía con muchísima frecuencia, aunque sin horario fijo. Cuando me jubilé dio la casualidad de que mi madre enfermó. Estuve dedicada exclusivamente a ella y como su casa estaba cerca, pasaba por la capilla antes de ir a verla. Pero cuando murió, me dije que ahora que ya no estaba mi madre y que mi padre también había fallecido, tenía que aplicarles muchas misas y que la única forma de ayudarles era a través del Señor. Entonces dediqué más tiempo a ir a la capilla, aunque aún no era adoradora. Un día, el entonces responsable de la capilla, Pepe Cano, me dijo: «Carolina, te vemos mucho por aquí, ¿por qué no te haces adoradora?». Yo la verdad es que no sabía mucho de eso y le dije: «No, no me apuntes, yo vengo aquí cuando puedo, sin compromisos», porque a lo mejor no siempre podría estar disponible. Y él me respondió: «¿Habrá algo más bonito que comprometerse con el Señor?». Esa frase me tocó el corazón, me hizo pensar en lo equivocada que estaba. No me lo pensé y me apunté. Me dijeron que si en algún momento no era posible que fuera a mi turno podía decirlo, porque siempre hay algún sustituto; pero cuando tengo que venir Dios me da las fuerzas para que no falte. Desde que me apunté estoy encantadísima y tengo que dar gracias. Ojalá lo hubiera hecho antes.

P.: ¿Cómo vives este servicio que realizas?

R.: Muy contenta, lo vivo con muchísima ilusión y muy feliz. Me han enseñado que a la capilla se va a mirar al Señor, a estar con él, y es lo que estoy haciendo ahora.

P.: ¿Te ayuda ser adoradora en tu día a día?

R.: Muchísimo. De las 24 horas que tiene el día, el ratito que estoy en la capilla con el Señor es para mí el más feliz, no lo cambio por ninguna otra cosa. Ahora en mi día a día busco más al Señor, todo gira en torno al Santísimo y estoy mucho más comprometida, no solo con la capilla de adoración.

P.: Además de ser adoradora, colaboras como lectora en las celebraciones de la Eucaristía de la capilla.

R.: Sí, también me lo propuso Pepe Cano. Leo cuando me toca, porque somos muchos; y pensaba que a lo mejor me iba a poner nerviosa, pero me encomiendo al Espíritu Santo antes de leer, me preparo un poco la lectura y no me va tan mal. Los sacerdotes con los que he hablado y también Pepe Cano me han enseñado que no consiste en leer, sino en proclamar la Palabra de Dios. Y me gusta mucho porque me sirve para profundizar, hace que me adentre más en la Biblia y que la estudie.

P.: ¿Invitarías a quienes nos están leyendo a que se animen a ser adoradores?

R.: Sí, se lo he dicho a varias personas, a amigos que a lo mejor están cometiendo el mismo fallo que yo tuve y que quieren ir de vez en cuando, pero sin compromiso. Entonces yo les cuento lo que me pasó a mí. Luego cada uno es libre y a lo mejor todavía les tiene que llegar su momento, pero al menos ya han oído algo de la capilla.

Carmen García
Graduada en Periodismo. Redactora. Responsable de edición y diseño de la revista Nuestra Iglesia.

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