La Escuela del Movimiento Cursillos de Cristiandad (MCC) de la Diócesis de Cartagena celebró el pasado sábado su convivencia de inicio de curso en la Parroquia San José de Sangonera la Seca, a la que acudieron cursillistas de Murcia, Cartagena y Yecla.
En primer lugar, habló el presidente de este movimiento en Murcia, Francisco Aguilar. «Sin el Señor no podemos hacer nada», aseguró, para destacar que un movimiento eclesial no puede entenderse sin unión, sin que sus miembros estén en comunión.
Por su parte, el consiliario de MCC en Murcia, Jesús Aguilar, resaltó que se trata de «un movimiento de primer anuncio; un don y un carisma que tiene más de 70 años dentro de la Iglesia». También compartió algunos consejos de parte de la presidenta nacional de MCC, Rosa Murillo, sobre la necesidad de «educar la mirada, aprender cómo somos mirados por Dios, mirar al otro sin juzgarlo y potenciar espacios de comunión».
Durante la convivencia hubo momentos de recogimiento y silencio, como una exposición del Santísimo, en la que los sacerdotes estaban disponibles para confesar; o una oración realizada por parejas, en la que los participantes pidieron a Dios los unos por los otros.
Después de la celebración de la Eucaristía, los cursillistas compartieron una comida en fraternidad.
