La Hospitalidad regresa de Lourdes llena «del Espíritu Santo»

Finaliza la LV Peregrinación Diocesana a Lourdes en la que han participado 1.300 personas: 200 enfermos, 810 voluntarios y 290 peregrinos.

«Volvemos de Lourdes profundamente emocionados y agradecidos; agotados, con los pies que nos arden, las gargantas resecas, los brazos cansados, pero llenos de gracia y bendición. Volvemos acariciados por la ternura de María, llenos del Espíritu Santo, emocionados por haber vivido la fraternidad entre los hermanos, de habernos sentido Iglesia universal. Volvemos vacíos de nosotros mismos, pero llenos de Dios», así resume Alfonso Martínez, presidente de la Hospitalidad Murciana de Nuestra Señora de Lourdes, cómo ha transcurrido la peregrinación de este año, que se ha desarrollado del 21 al 24 de junio y en la que han participado 1.300 personas.

Cada mes de junio, este movimiento laical organiza esta peregrinación para acompañar a los enfermos a Lourdes. Este año han participado 200 que han estado acompañados en todo momento por 810 voluntarios, hombres y mujeres de todas las edades y de diferentes rincones de la Diócesis de Cartagena que viven el carisma de este movimiento desde el lema de la Hospitalidad murciana: Amar, dar, servir y olvidarse.

En el grupo de voluntarios de este año destacaban, según el presidente de los hospitalarios murcianos, «el numeroso grupo de jóvenes, unos 300» y unos 50 niños que realizan también su servicio dando agua a los enfermos durante las celebraciones y actividades. Destaca también en la peregrinación murciana el equipo sanitario formado por 70 profesionales: médicos de diferentes especialidades, enfermeras, farmacéuticos y fisioterapeutas. En la peregrinación también han participado sacerdotes, 14 este año, y dos seminaristas del Seminario San Fulgencio, que cada año envía a dos jóvenes a la peregrinación; y unas 290 personas que tan solo viajaban como peregrinas.

Además, este año ha peregrinado junto a nuestra Hospitalidad la de Almería, en su primera peregrinación a Lourdes, con unas 39 personas.

«Hemos vivido una peregrinación redonda y eso se nota en las caras; no se veían rostros tristes, sino llenos de alegría, de la alegría de saberse hijos de Dios, de saber que Dios nos ama tal y como somos, que nuestras limitaciones no son un obstáculo para poder vivir en alegría y en esperanza. Ese es el testimonio de nuestra Hospitalidad», subraya Alfonso Martínez.

María de León
Delegada episcopal de Medios de Comunicación Social. Licenciada en Periodismo y grado en Bachiller en Teología.

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