Escucha, diálogo… encuentro

En los próximos días, nuestra Diócesis celebrará un encuentro diocesano de laicos y algunas personas me han preguntado: «¿Noelia, de verdad eso sirve para algo?» o «los curas siguen haciendo lo que quieren, ¿para qué?». Mi experiencia como laica en la Iglesia me ha permitido descubrir la riqueza de nuestro papel dentro de la comunidad cristiana. A través de mi participación en la parroquia, pastoral juvenil, Acción Católica General o Cáritas Diocesana, he conocido diversas realidades y he comprendido que la corresponsabilidad no es solo un ideal, sino una necesidad para la vida eclesial.

Ser laico en la Iglesia significa asumir nuestra vocación con responsabilidad, entendiendo que la evangelización y la construcción del reino de Dios no dependen únicamente del clero, sino de todos los bautizados. Sin embargo, en este camino he visto que no todos avanzamos al mismo ritmo. Curas o laicos, todos somos personas y tenemos un proceso diferente, marcado por las vivencias, la formación o la disponibilidad. Esto nos invita a vivir con paciencia y humildad, acogiendo a cada hermano en su situación y acompañándolo en su crecimiento en la fe.

La corresponsabilidad nos llama a formarnos, a comprometernos y a trabajar en comunión, siempre abiertos a la diversidad de dones que el Espíritu Santo distribuye en la Iglesia, los cuales facilitan que cada persona encuentre su sitio. Es un desafío que requiere diálogo, escucha y, sobre todo, confianza en que Dios actúa en cada uno de nosotros. ¿Te apuntas al Encuentro Diocesano de Laicos para sumar una experiencia de escucha, diálogo, compartir?

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