Con el Papa y el manto de María

Esperábamos con inmensa alegría poder celebrar el mes dedicado a la Virgen María contando con nuevo Papa y así ha sido.

Tan importante era el lugar de donde procediera como el nombre que elegiría. Muchas conjeturas y al final ni Francisco II, ni Benedicto XVII, ni Juan Pablo III. Sigue la estela del Papa León XIII, que tanto deseó la paz y tanto iluminó la Doctrina Social de la Iglesia. No de Asia, ni de África, ni de Europa, cosa del Espíritu Santo. De América del Norte, por origen, y América del Sur, por pastoral. El Papa León XIV al finalizar sus primeras palabras nos decía: «Nuestra Madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca, ayudarnos con su intercesión y su amor. Entonces quisiera rezar junto a ustedes. Recemos juntos por esta nueva misión, por toda la Iglesia, por la paz en el mundo y le pedimos esta gracia especial a María, nuestra Madre».

A lo largo de todos los pontificados la devoción a la Virgen María ha sido muy rica, es una semilla de esperanza en este mundo actual; especialmente ver brotar esa devoción en las familias nos llena de alegría, porque una madre nunca se cansa de esperar.

Al contemplar a María en este mes de mayo, le pedimos que este pontificado nos enseñe a amarla más. Que sepamos confiar nuestras vidas a su materno cuidado y que recemos el Rosario no solo con los labios sino con todo el corazón.

¿Cómo vives tú la devoción a la Virgen María? ¡Ánimo!

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