8 de mayo 2023

Ocho sacerdotes celebran sus bodas de diamante, cuatro las de oro y seis las de plata

El presbiterio diocesano celebra hoy la fiesta de san Juan de Ávila, patrón del clero secular español.

Un año más, la Diócesis de Cartagena se suma a la fiesta de san Juan de Ávila, patrón del clero secular español. Lo ha hecho esta mañana, en fiesta adelantada, en la Parroquia San Juan de Ávila de Murcia, en la Eucaristía presidida por el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca, que ha estado acompañado por el arzobispo emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil, y un gran número de sacerdotes. En ella, como es tradición, el presbiterio diocesano ha celebrado las bodas de diamante, de oro y de plata de aquellos sacerdotes que cumplen 60, 50 y 25 años de ministerio este 2023.

Juan Cánovas, Juan Cortés, José Luis García, Alfonso Hernández, Gabriel Liébana, José Manzano, Juan Sánchez y Juan Benito Vicente han sido los ocho sacerdotes que han celebrado sus bodas de diamante. Los presbíteros que han cumplido 50 años de servicio han sido cuatro: Miguel Hernández, Alfonso Moya, Manuel Ordeig y Salvador Soler; y los que han celebrado sus bodas de plata, seis: Alberto José Guardia, Francisco José Martínez, Antonio Martínez, Ramón Navarro, Cleetus Padinjarenedumparambil y Francisco Valero.

La celebración ha estado precedida por una meditación sobre la belleza y la llamada del sacerdocio y, por otra parte, los peligros de la tentación y del pecado; a cargo del sacerdote Fernando Colomer, canónigo penitenciario de la Catedral y párroco de San León Magno de Murcia.

A continuación, se ha celebrado la Eucaristía. «Nuestra aspiración es armonizar nuestra vida como sacerdotes con la santidad del ministerio confiado, incluso materialmente, en el servicio a los hermanos con generosidad plena», decía el obispo durante la homilía. El prelado también ha resaltado las «experiencias» a las que están llamados los sacerdotes, para «vivir con el estilo de la caridad, con humildad, sencillez y misericordia», entre ellas la de ser seguidores y portadores de Cristo; la del desprendimiento, «para ser signo de cómo ama él, hasta dar la vida»; la de vivir en actitud de servicio y, por último, la de responder a la misión evangelizadora de «predicar con el ejemplo, con el testimonio de vida, para que los fieles puedan acercarse al Señor».

El obispo ha cerrado la homilía pidiendo por todos los sacerdotes, en especial por aquellos que celebran sus aniversarios de ministerio, así como por los presbíteros que han fallecido o que están enfermos. También ha recordado a los sacerdotes que se han ordenado recientemente y a los diáconos que pronto recibirán el ministerio sacerdotal.

Al finalizar la celebración, el sacerdote Salvador Soler ha dedicado al obispo y a la asamblea unas palabras de agradecimiento. Con ellas, en nombre de los presbíteros que celebraban sus bodas de oro, plata y diamante, ha expresado su gratitud por el ministerio sacerdotal y ha pedido a la Virgen María que los acompañe.

Terminada la Eucaristía, se ha celebrado una comida en fraternidad.

Homilía del obispo de Cartagena

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