5 de abril 2024

«Ha sido un gran regalo que he recibido»

Isabel Lledó Saura, de Torre Pacheco, vive su fe entre la Parroquia Nuestra Señora del Rosario y la ermita de la Virgen del Pasico. Hoy cuenta su experiencia como participante en un encuentro Cuatro40.

Cuando escuché hablar por primera vez de los encuentros Cuatro40 de Acción Católica General algo resonó en mi corazón, pero pensé: «Uff, tres días fuera de casa… no». Y ahí quedó, en mi corazón, como un eco…

Después, cuando ya se acercaba la fecha de hacer la inscripción, lo comenté con mi familia. «¿En serio te vas a ir tres días? ¿Nos vas a abandonar durante tres días?», fue su reacción. Y claro, esto tamb05ién resonaba en el corazón. Otra vez dije: «No».

Pero el sonido del eco no desaparecía. Yo sentía cada vez con más fuerza que este era el momento y finalmente me lancé de cabeza: «Señor, me voy de finde contigo. Me pongo en tus manos, que sea lo que tú quieras que sea».

Y comenzó la aventura. Desde el momento en que crucé la puerta de la casa Virgen del Mar, de las Franciscanas de la Purísima Concepción en Lo Pagán, comprendí que estaba donde tenía que estar… Ese 2 de febrero tuve una gran acogida que me hizo sentir en casa, no simplemente como en casa, sino en casa.

Todo preparado para el encuentro con el Señor, cuidado hasta el más mínimo detalle, con todo el cariño del mundo. Tres días entre algodones, con los sentimientos a flor de piel. La Palabra resucitadora de Dios, resonando en cada rincón. Música sanadora: «Señor, pídeme que bailemos. No dejes que esto que siento ahora desaparezca mañana».

Un Cuatro40 que ha sido especial y maravilloso. Con momentos de alegría, de búsqueda, de encuentro con la misericordia infinita del Señor, de fe renovada, pero sobre todo compartida.

Un gran regalo que he recibido y que me hace sentir agradecida. Agradecida por cada momento vivido, por cada persona que me ha acompañado en estos días. Agradecida por los que ya conocía y por los que el Señor envió envueltos en papel celofán. Agradecida también por aquellos que rezaron por los frutos del encuentro y por aquellos que, aun sin estar presentes físicamente, estaban en mi mente y en mi corazón.

En fin, muchas palabras han venido a mi mente para definir este encuentro: acogida, búsqueda, encuentro, misericordia, cariño, regalo, sentimientos, Palabra, música, alegría, gozo, paz, hogar, camino, fe compartida... Pero, sin duda, la palabra más importante para mí es gracias.

Muchas otras palabras y sentimientos quedan en el tintero, porque para comprender plenamente un Cuatro40 hay que vivirlo.

No dudéis en buscar vuestro momento.