3 de noviembre 2023

«Estoy muy contenta de estar en este servicio»

Salu Suárez Candelaria es de Las Palmas de Gran Canaria y vive en Coy (Lorca) desde que se casó hace 55 años. Allí ayuda en la parroquia, tanto en la sacristía como llevando la Comunión a los enfermos.

P.: ¿Cuándo llegaste al pueblo de Coy?

R.: En el año 68 fue cuando el Señor me eligió para venir a este pueblo. Yo recibía la Revista María Madre y Matías, hoy mi marido, la recibía también en Coy. Yo soy de Canarias, pero le escribí a Matías; nos conocimos por carta y nos comprometimos. Yo confiaba que el Señor, cuando hizo esto, es porque era algo bueno para mí. Y así ha sido. Yo nunca me he podido apartar de ellos, del Señor y de la Virgen; nunca me han dejado de la mano y hoy soy muy feliz. Tengo tres hijos que son adorables y cariñosos, y tengo cinco nietos que no los cambiaría por nadie.

P.: Colaboras en la Parroquia San José de Coy, ¿en qué exactamente?

R.: Cuando no está el párroco, abrimos las puertas de la iglesia, y ayudo rezando el Santo Rosario, lavando los purificadores, barriendo y limpiando la iglesia… en las necesidades de la parroquia, en todo lo que se pueda hacer.

P.: ¿Y cómo vives este servicio? ¿Con qué disposición interior?

R.: Lo vivo como un cristiano debe vivirlo: escuchando la Palabra, meditándola, en oración... En la sacristía hago lo que puedo y lo que sé, ni más ni menos, pero estoy muy agradecida en el Señor. Y como dice mi párroco: ¡viva la Virgen, viva el Señor!

P.: También colaboras llevando la Eucaristía a los enfermos, ¿cómo es la experiencia?

R.: Cuando le llevo la Comunión a los enfermos soy muy feliz. Me siento más cerca del Señor por los enfermos, porque se ponen muy contentos cuando les llevo la Comunión, siempre dándome las gracias... Y eso para mí es una maravilla. Estoy muy contenta de estar en este servicio de ayudar a los enfermos y estar con ellos. Esto es lo que el Señor ha querido de mí.

P.: ¿Animarías a otras personas a que colaboren en sus parroquias en tareas como esta?

R.: Sí que lo haría, porque es una cosa que tenemos que hacer los cristianos: estar al servicio de ella, de la Iglesia, y también al servicio de los párrocos. Si ellos se encuentran solos, hay que ayudarles; que se sientan acompañados por los feligreses. Para mí estar al servicio de la parroquia es una cosa muy grande. Yo sí animaría a todos los que puedan o quieran a que lo hagan, porque yo soy muy feliz haciéndolo.